Toro de Piedra
Toro de Piedra expresa un recuerdo y un espíritu. Un legado familiar de más de 50 años y la vida de los principales valles vitivinícolas de Chile. La lluvia y el frío que descienden de los Andes, su diversidad de suelos y uvas, las manos que cosechan con dedicación, dan forma a una personalidad llena de matices, al mismo tiempo auténticos, siempre reconocibles y sinceros. Su amor por el oficio, por los ritmos de la naturaleza y el método tradicional, lo convierten en un vino imperfecto, pero vivo. Un vino que descansa en el roble, pero está despierto. Esto refleja la experiencia humana, su riqueza, la búsqueda y la experimentación. Porque Toro de Piedra toma de las manos la historia, el futuro, la fidelidad y el impulso a experimentar, a convertirse en un puente que une generaciones y momentos. Esto es Toro de Piedra.